
En las obras de San Juan de la Cruz se encuentran enfáticamente resaltadas la realidad de Dios y del hombre como dos lineas paralelas que contradictoriamente se asocian en un proceso y que finalmente se unen en un punto del espacio y del tiempo, trascendiendolos y nada menos que en el amor, en un amor como fruto de un largo y doloroso proceso.

fuente: 'A oscuras y segura'
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