martes, 7 de junio de 2011

CARTA 1


1.­ A Catalina de Jesús, Carmelita Descalza

Jesús sea en su alma, mi hija Catalina.

Aunque no sé dónde está, la quiero escribir estos renglones, confiando se los enviará nuestra Madre, si no anda con ella; y, si es así que no anda, consuélese conmigo, que más desterrado estoy yo y solo por acá; que después que me tragó aquella ballena y me vomitó en este extraño puerto, nunca más merecí verla ni a los santos de por allá. Dios lo hizo bien; pues, en fin, es lima el desamparo, y para gran luz el padecer tinieblas.

¡Oh, qué de cosas quisiera decir! Mas escribo muy a oscuras, no pensando la ha de recibir; y por eso, ceso sin acabar. Encomiéndeme a Dios. Yo no la quiero decir de por acá porque no tengo gana.

De Baeza y julio 6 de 1581.

Su siervo en Cristo, Fray Juan de la Cruz.


Sobrescrito.
Es para la Hermana Catalina de Jesús, carmelita descalza, donde estuviere.

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