sábado, 25 de junio de 2011

Lugar social y religioso del santo


I
Que al leer este acercamiento a san Juan de la Cruz lo puedan conocer, encontrar en él un ejemplo de vida, y aprovechen su magisterio espiritual para caminar con firmeza en la vida cristiana. Aunque siempre lo mejor y más eficaz es entrar en contacto directo con la vida y el mensaje de su obra para conocerlo a fondo y asumir sus enseñanzas.

El santo carmelita nació y vivió en él seno de una familia empobrecida y desheredada, en continuo éxodo, como tantas familias latinoamericanas: escasez de trabajo, miseria, muerte del papá y de un hermano, educación gratuita, estudio y trabajo compartidos.

La otra cara de la moneda fue la Inquisición, en busca de una unidad nacional que buscaba mantener la pureza del catolicismo; la expansión española en Europa; y la reciente "descubierta América", todo con vocación divina, guerrera y misionera.

La vida de un hombre y un santo, en una universalidad, de la que saldrían hombres de la talla de Bartolomé de Las Casas, Antonio Montesinos ... , pero que también había un afán desenfrenado de prebendas, títulos y privilegios; y después de una Orden Religiosa -la del Carmen- en la que no se vivía la exigencia como él deseaba.

Este santo hace una opción radical por la pobreza, la marginalidad. En Duruelo comparte el silencio, el apostolado, la oración, la ascesis. En la cárcel de Toledo es víctima de la injusticia, desaparecido (como tantos cristianos en nuestro continente encarcelado, torturado, poeta; en los tormentosos inicios de la Reforma Carmelita y en su involución posterior es despojado de sus cargos. Solidario con los más pobres acepta irse destinado a México. Y por fin muere en un lugar y en un convento donde nadie casi le conoce ni le tiene consideración.

Y su vida se explica también por su nombre religioso: JUAN DE LA CRUZ. Deja el nombre de familia al entrar al Carmelo (YEPES) y se hace religioso a los 21 años (DE SANTO MATIAS). Inicia la vida reformada escogiendo LA CRUZ, como lugar de origen, título de nobleza, herencia familiar. Y tiene razón, pues para él es la patria y el clima: nació en "la cruz", vivió y murió en ella. La busca y la lleva con orgullo, con título de gloria, no de abatimiento para mendigar compasión.

FUENTE:
"Rasgos de su vida
y sus escritos"
P.Juan Arias ocd

sábado, 18 de junio de 2011

AVISOS ESPIRITUALES II


11. Y el que cae ciego, no se levantará ciego solo; y, si se levantare solo, encaminará por donde no conviene.

12. Más quiere Dios en ti el menor grado de pureza de conciencia que cuantas obras puedes hacer.

13. Más quiere Dios en ti el menor grado de obediencia y sujeción que todos esos servicios que le piensas hacer.

14. Más estima Dios en ti el inclinarte a la sequedad y al padecer por su amor que todas las consolaciones y visiones espirituales y meditaciones que puedas tener.

15. Niega tus deseos y hallarás lo que desea tu corazón. ¿Qué sabes tú si tu apetito es según Dios?

16. ¡Oh dulcísimo amor de Dios, mal conocido! El que halló sus venas descansó.

17. Pues se te ha de seguir doblada amargura de cumplir tu voluntad, no la quieras cumplir, aunque quedes en amargura.

18. Más indecencia e impureza lleva el alma para ir a Dios, si lleva en sí el menor apetito de cosa del mundo, que si fuese cargada de todas las feas y molestas tentaciones y tinieblas que se pueden decir, con tal que su voluntad razonal no las quiera admitir. Antes el tal entonces puede confiadamente llegar a Dios por hacer la voluntad de Su Majestad, que dice: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os recrearé (Mt.11,28).

19. Más agrada a Dios el alma que con sequedad y trabajo se sujeta a lo que es razón, que la que, faltando en esto, hace todas sus cosas con consolación.

20. Más agrada a Dios una obra, por pequeña que sea, hecha en escondido, no teniendo voluntad de que se sepa, que mil hechas con gana de que las sepan los hombres. Porque el que con purísimo amor obra por Dios, no solamente no se le da nada de que lo vean los hombres, pero ni lo hace porque lo sepa el mismo Dios; el cual, aunque nunca lo hubiese de saber, no cesaría de hacerle los mismos servicios con la misma alegría y pureza de amor.

miércoles, 15 de junio de 2011

En la espesura de La Cruz


"Juan de la Cruz fue entrando en la espesura de la sabiduría divina al mismo tiempo que entraba en la espesura de la cruz porque, como él mismo dirá, "el más puro padecer trae más íntimo y puro entender"(CB 36, 13). Desde esas dos espesuras experimentadas pudo legarnos el patrimonio de su doctrina espiritual riquísima".

lunes, 13 de junio de 2011

AVISOS ESPIRITUALES I


1. Siempre el Señor descubrió los tesoros de su sabiduría y espíritu a los mortales; mas ahora que la malicia va descubriendo más su cara, mucho los descubre.

2. ¡Oh, Señor Dios mío!, ¿quién te buscará con amor puro y sencillo que te deje de hallar muy a su gusto y voluntad, pues que tú te muestras primero y sales al encuentro a los que te desean?

3. Aunque el camino es llano y suave para los hombres de buena voluntad, el que camina caminará poco y con trabajo si no tiene buenos pies y ánimo y porfía animosa en eso mismo.

4. Más vale estar cargado junto al fuerte que aliviado junto al flaco: cuando estás cargado, estás junto a Dios, que es tu fortaleza, el cual está con los atribulados; cuando estás aliviado, estás junto a tí, que eres tu misma flaqueza; porque la virtud y fuerza del alma en los trabajos de paciencia crece y se confirma.

5. El que solo se quiere estar, sin arrimo de maestro y guía, será como el árbol que está solo y sin dueño en el campo, que, por más fruta que tenga, los viadores se la cogerán y no llegará a sazón.

6. El árbol cultivado y guardado con el beneficio de su dueño, da la fruta en el tiempo que de él se espera.

7. El alma sola, sin maestro, que tiene virtud, es como el carbón encendido que está solo: antes se irá enfriando que encendiendo.

8. El que a solas cae, a solas se está caído y tiene en poco su alma, pues de sí solo la fía.

9. Pues no temes el caer a solas, ¿cómo presumes de
levantarte a solas? Mira que más pueden dos juntos que uno solo.

10. El que cargado cae, dificultosamente se levantará cargado.

viernes, 10 de junio de 2011

CARTA 2


­ A María de Soto, en Baeza

Granada, fines de marzo 1582

Jesús sea en su alma, mi hija en Cristo.

Mucha caridad recibí con su carta y quisiera yo harto cumplir lo que en ella me dice y darla mucho contento y a sus hermanas; mas como Dios manda de otra manera que pensamos, habrémonos de conformar con su voluntad.

Ya me han hecho prior en esta casa de Granada, y es tierra harto acomodada para servir a Dios. Su Majestad lo hace todo por mejor. ¡Ojalá vuestra merced con sus hermanas moraran en ella!, porque las pudiera yo en algo dar contento. Yo espero en Dios se le ha de dar harto grande. Mire que no deje sus confesiones, y a sus hermanas diga lo mismo. Y me encomienden todas a Dios, que yo nunca me tengo de olvidar.

No deje de acudir al padre fray Juan, aunque más cansado ande. Y quédese con Dios y déla Su Majestad su santo espíritu. Amén.

De los Santos Mártires de Granada, y de marzo 1582.

Siervo de vuestra merced en Cristo

Fray Juan de la Cruz.

martes, 7 de junio de 2011

CARTA 1


1.­ A Catalina de Jesús, Carmelita Descalza

Jesús sea en su alma, mi hija Catalina.

Aunque no sé dónde está, la quiero escribir estos renglones, confiando se los enviará nuestra Madre, si no anda con ella; y, si es así que no anda, consuélese conmigo, que más desterrado estoy yo y solo por acá; que después que me tragó aquella ballena y me vomitó en este extraño puerto, nunca más merecí verla ni a los santos de por allá. Dios lo hizo bien; pues, en fin, es lima el desamparo, y para gran luz el padecer tinieblas.

¡Oh, qué de cosas quisiera decir! Mas escribo muy a oscuras, no pensando la ha de recibir; y por eso, ceso sin acabar. Encomiéndeme a Dios. Yo no la quiero decir de por acá porque no tengo gana.

De Baeza y julio 6 de 1581.

Su siervo en Cristo, Fray Juan de la Cruz.


Sobrescrito.
Es para la Hermana Catalina de Jesús, carmelita descalza, donde estuviere.

domingo, 5 de junio de 2011

AVISOS ESPIRITUALES


PRÓLOGO

También, ¡oh Dios y deleite mío!, en estos dichos de luz y amor de ti se quiso mi alma emplear por amor de ti, porque ya que yo, teniendo la lengua de ellos, no tengo la obra y virtud de ellos, que es con lo que, Señor mío, te agradas, más que con el lenguaje y sabiduría de ellos, otras personas, provocadas por ellos, por ventura aprovechen en tu servicio y amor, en que yo falto, y tenga mi alma en qué se consolar de que haya sido ocasión que lo que falta en ella halles en otros. Amas tú, Señor, la discreción, amas la luz, amas el amor sobre las demás operaciones del alma. Por eso, estos dichos serán de discreción para el caminar, de luz para el camino y de amor en el caminar. Quédese, pues, lejos la retórica del mundo; quédense las parlerías y elocuencia seca de la humana sabiduría, flaca e ingeniosa, de que nunca tú gustas, y hablemos palabras al corazón bañadas en dulzor y amor, de que tú bien gustas, quitando por ventura delante ofendículos y tropiezos a muchas almas que tropiezan no sabiendo, y no sabiendo van errando, pensando que aciertan en lo que es seguir a tu dulcísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y hacerse semejantes a él en la vida, condiciones y virtudes, y en la forma de la desnudez y pureza de su espíritu. Mas dala tú, Padre de misericordias, porque sin ti no se hará nada, Señor.

sábado, 4 de junio de 2011

Biografia Breve


Juan de Yepes nació en Fontiveros (Ávila) en el año –se cree- 1542. Entró carmelita en Medina del Campo, y en 1567 fue ordenado sacerdote en Salamanca. En ese verano se encontró en Medina con la M. Teresa de Jesús. En la fecha de ese encuentro afortunado la Fundadora tenía 52 años y el “santico de fray Juan” 25.

La intuición de la Madre fue certera y nunca quedó desmentida. Desde entonces los dos grandes autores místicos de la Cristiandad caminan juntos en la historia del Carmelo y de la espiritualidad cristiana. Ganado por ella para el nuevo ideal del Carmelo, Juan de la Cruz inició el 28 de noviembre de 1568 la nueva experiencia de vida carmelitana con el P. Antonio de Jesús y otros en Duruelo, Ávila. Brilla con luz propia en el Carmelo y en la Iglesia. Fue formador de los primeros carmelitas teresianos sucesivamente en varias casas de formación, director y maestro espiritual, en Castilla y Andalucía, de monjas carmelitas y de los fieles, a quienes instruía y enfervorizaba con la predicación, si bien su carisma particular se realizaba más bien en la dirección espiritual. Tuvo cargos de gobierno en las casas y en la Provincia religiosa. Una incomprensión en el seno de la Orden le retuvo prisionero cerca de nueve meses en la cárcel conventual de Toledo. Ese ambiente desprovisto de luz y de horizonte le favoreció una introspección interior que cantó en sus primeros poemas, génesis de sus futuros libros.

Sus libros reflejan la enseñanza de su dirección y de sus instrucciones. Al comienzo está el poema, inabarcable casi en el análisis por lo inspirado; la alegoría, el símbolo. Sigue el comentario, con libertad, analítico, pero que puede ser tan inspirado por la profundidad teológica o por la súbita revelación poética. Ante toda enseñanza o comentario está la imagen viva de Cristo. Como fundamento y sentido de toda ascesis y camino espiritual recomienda traer “un ordinario apetito de imitar a Cristo en todas sus cosas, conformándose con su vida, la cual debe considerar para saberla imitar …” (1S 13,3).

En una clasificación convencional, imperfecta (que no da cuenta de la unidad y profundidad de su pensamiento), se consideran más bien obras ascéticas sus libros Subida del Monte Carmelo y Noche oscura. Escritos de elevación mística son el Cántico Espiritual o Canciones que tratan del ejercicio de amor entre el alma y el Esposo Cristo y la Llama de amor viva. Siguen otros escritos menores, como las Cautelas, los Dichos de luz y amor, las Cartas, varias Poesías.
Sutil analista del alma humana con su destino y tendencias, la obra escrita de San Juan de la Cruz suscita el interés de la Psicología, de la Mística, de la literatura. Su propio anhelo total es la unión de amor puro con Dios: ahí deja atisbar, infranqueable, la misteriosa trascendencia divina y a la vez su cercanía hasta ser el centro mismo de la persona humana. Por esta serena y arrebatada tensión a la trascendencia íntima, sus escritos son leídos, seguramente hoy más que nunca, dentro y fuera de la fe cristiana.

Murió en Ubeda, en la noche del 13 al 14 de diciembre de 1591. Su cuerpo reposa en Segovia. Beatificado el 25 de enero de 1675 y canonizado en 1726, dos siglos más tarde, el 24 de agosto de 1926, Pío XI le declaró doctor de la Iglesia por su enseñanza en el dominio de la Mística. Desde 1952 es patrono de los poetas españoles.


Curia General del Carmelo Teresiano

jueves, 2 de junio de 2011

EPISTOLARIO

San Juan de la Cruz




1.­ A Catalina de Jesús, Carmelita Descalza

2.­ A María de Soto, en Baeza

3.­ A la M. Ana de san Alberto, OCD, Priora de Caravaca

4.­ A la M. Ana de san Alberto, Priora de Caravaca

5.­ A la M. de san Alberto, Priora de Caravaca

6.­ A una Carmelita Descalza

7.­ A las Carmelitas Descalzas de Beas

8.­ A las Carmelitas Descalzas de Beas

9.­ A la M. Leonor Bautista, OCD, en Beas

10.­ Al P. Ambrosio Mariano, OCD, Prior de Madrid

11.­ A doña Juana de Pedraza, en Granada

12.­ A una doncella de Narros del Castillo (Avila)

13.­ A un religioso carmelita descalzo

14.­ A la M. María de Jesús, OCD, Priora de Córdoba

15.­ A la M. Leonor de san Gabriel, OCD, en Córdoba

16.­ A la M. María de Jesús, OCD, Priora de Córdoba

17.­ A la M. Magdalena del Espíritu Santo, OCD, en Córdoba

18.­ Al P. Nicolás de Jesús María (Doria), Vicario General

19.­ A doña Juana de Pedraza, en Granada

20.­ A una Carmelita Descalza escrupulosa

21.­ A la M. María de Jesús, OCD, Priora de Córdoba

22.­ A la M. Leonor de san Gabriel, OCD, en Córdoba

23.­ A una dirigida espiritual

24.­ Al P. Luis de san Angelo, OCD, en Andalucía

25.­ A la M. Ana de Jesús, OCD, en Segovia

26.­ A la M. María de la Encarnación, OCD, en Segovia

27.­ A la M. María de la Encarnación, OCD, en Segovia

28.­ A doña Ana del Mercado y Peñalosa, en Granada

29.­ A una dirigida espiritual

30.­ A la M. Ana de san Alberto, OCD en Caravaca

31.­ A doña Ana del Mercado y Peñalosa, en Granada

32.­ Al P. Juan de santa Ana, OCD, en Málaga

33.­ A una religiosa Carmelita Descalza, en Segovia

miércoles, 1 de junio de 2011

Sobre sus obras II


En las obras de San Juan de la Cruz se encuentran enfáticamente resaltadas la realidad de Dios y del hombre como dos lineas paralelas que contradictoriamente se asocian en un proceso y que finalmente se unen en un punto del espacio y del tiempo, trascendiendolos y nada menos que en el amor, en un amor como fruto de un largo y doloroso proceso.



fuente: 'A oscuras y segura'